Por qué una mentoría para escritores puede ayudarte

Sé que las mentorías para escritores han crecido como las setas en los últimos años, concretamente, a raíz de la pandemia. Todo el mundo es mentor. Y eso ha tenido un efecto negativo en cuanto al concepto que se tiene de la palabra.

Yo era una escéptica, lo reconozco, pero después de estudiar mucho sobre muchas cosas y no avanzar por mí misma, tener una mentora me ayudó a tomar decisiones y a despejar un camino que no veía con claridad.

Es posible que sin ese proceso de mentorización nunca me hubiera lanzado a probarme y a salir de mi zona de confort.

He tenido equivocaciones y muchas de las cosas que he hecho no han salido bien. Pero como siempre digo, no hay fracasos, solo aprendizajes, y estos son los que ayudan a marcar objetivos y trazar rutas diferentes.

Lo cierto es que a mí jamás se me habría ocurrido ser mentora de nada. Y más con mi arraigada compañera, la impostora, que cada poco tiempo resurge de sus cenizas para ponerme la cabeza como un bombo.

Pero, como escritora, sé lo mucho que se sufre, la incomprensión de tu entorno, la falta real de tiempo, la soledad, pero, sobre todo, cómo te aplasta la inseguridad durante todo el proceso de creación y escritura.

Y como yo me he sentido así, no quiero que tú también lo hagas. Por eso, y porque yo también he sido mentorizada, sé que tener la ayuda de alguien que ya ha pasado por lo que tú aumenta enormemente la probabilidad de que lo consigas.

Qué es exactamente una mentora

Una mentora es una consejera, una guía, alguien que ya ha recorrido el camino que quieres hacer tú y que tiene la experiencia que tú todavía no has adquirido.

Por eso tener una mentora a tu lado acorta los plazos y consigue que aprendas más rápido que hacerlo por tu cuenta.

Muchas veces se utiliza el término coach o asesor para referirse al proceso de mentorización, pero son conceptos diferentes.

Una coach es una entrenadora que se basa en sus conocimientos más que en su experiencia para que la otra persona aprenda lo que necesita. No suele haber un acompañamiento como tal ni se establece una relación cercana y de confianza como sí ocurre en la mentoría.

Por ejemplo, necesitarías un coaching si no supieras cómo empezar a crear una comunidad de lectoras interesadas en tus novelas.

La asesora lo que hace es escuchar el problema que tienes, darte una solución y explicarte cómo aplicarla.

Por ejemplo, si no sabes cómo funciona Amazon KDP, una asesoría te ayudaría con los pasos que tienes que dar.

Una mentoría para escritores engloba todo eso, porque no solo adquieres conocimientos, sino que aprovechas la experiencia de la persona que te guía, no solo a nivel de escritura, sino a nivel de mentalidad y personal.

¿Ves la diferencia?

Beneficios de tener una mentora de escritura

Para hacer de la escritura tu profesión, no solo basta con escribir. Es una frase recurrente en mi contenido porque, aunque te parezca extraño, aún hay mucho desconocimiento y muchas autoras se lanzan a escribir pensando que con tener imaginación es suficiente.

La escritura es el centro, por supuesto, pero también es necesario tener un poco de mentalidad emprendedora, porque tendrás que invertir tanto en ti como en tu obra:

  • para que tenga calidad editorial,
  • para tener una marca personal reconocible y potente,
  • para saber qué acciones debes llevar a cabo para conseguir lectoras…

Y un largo etcétera que puedes estudiar por tu cuenta o de la mano de alguien que te acorte el camino y te enseñe de forma más práctica y directa.

Tanto engloba el querer ser escritora profesional que puedes volverte un poco loca. Ese fue el motivo de que naciera escribir en armonía.

Contar con una mentora en el ámbito en el que te veas más floja te ayudará a que esto de escribir novela romántica e intentar vivir de ello no se te haga tan bola.

1. Aprendes de forma rápida y práctica

Todas empezamos a escribir porque somos lectoras ávidas. No imagino a una escritora que no lea, sinceramente. Más que nada porque debes amar las palabras para saber usarlas.

Escribimos por instinto con más o menos talento, pero llega un momento en que quieres hacerlo mejor, aprender diferentes técnicas, mejorar tu escritura, encontrar eso que llaman tu voz.

El primer recurso es un libro, claro. Mi favorito es Escribir Ficción, bastante completo y ameno. Y te lees todos los libros que conoces o que recomiendan para mejorar como escritora.

Pero poner en práctica esos libros requiere mucho tiempo de ensayo y error, por lo que empiezas a mirar cursos, que suelen ser más rápidos y prácticos. Pero ver un vídeo y descargarte un workbook, aunque puedas consultar dudas, sigue sin eliminar ese desasosiego que te acompaña todo el tiempo porque no se examina tu caso particular como escritora.

Con una mentora avanzas mucho más rápido. Va al quid del problema, te da consejos específicos de lo que tienes que fortalecer o de lo que tienes que potenciar. Aprendes sabiendo cómo aplicar ese conocimiento y dónde.

2. Ganas un feedback sincero y objetivo

La mayor piedra que tenemos las escritoras en el camino es nuestra propia inseguridad. Un día tenemos la sensación de haber escrito un párrafo para enmarcar y al siguiente, nos parece patético.

Esa inseguridad provoca que muchas veces no dejemos de revisar y hacer cambios en el manuscrito, o no publicarlo, o no decirle a nadie que hemos escrito un libro.

En una mentoría de escritura, la persona que te acompaña y guía es una profesional de la escritura. Ha escrito y publicado tu género, está capacitada para señalar de forma objetiva los errores que cometes, ayudarte a salir de los bloqueos, enseñarte nuevas formas de trabajar que quizá desconoces.

De ninguna otra forma se aprende mejor y de forma más eficaz que sobre tu propio texto.

Nunca te va a juzgar, sino que de forma empática e imparcial te orientará para que saques la mejor versión de ti misma.

3. Coges las riendas de tu carrera literaria

Creo que no conozco a ninguna escritora que no tenga tendencia a procrastinar. Es la hija de nuestra pequeña impostora.

Tener una mentora significa que adquieres un compromiso contigo y con tu escritura. Tu mentora no va a escribir por ti. Te apoya, te anima, te exige, pero todo eso no valdrá nada si no te responsabilizas de la parte que te toca.

El tener la obligación de tener fechas de entrega o de aprovechar al máximo el tiempo que trabajéis juntas es un chute para que por fin dejes de postergar tu escritura.

De qué va la III edición de mi programa de mentorización de novela romántica

Hay aprendizajes que en compañía son mucho mejores. Por eso decidí dejar el acompañamiento individual y hacer las mentorías para escritores en grupo.

Por eso y porque el índice de abandono cuando solo estamos tú y yo es mayor. Es como la Ley de Parkinson: cuando no acotas el tiempo para una tarea, esta se alarga hasta que se termina.

Y yo quiero que escribas tu novela de principio a fin, no que la planifiques y la dejes a medias porque te aburras en mitad del proceso, o porque creas que puedes saltarte semanas sin entregar nada hasta el infinito.

En mi programa de mentorización tienes dieciséis semanas para planificar y escribir tu borrador.

Siempre en mi compañía. Es decir, que leo todo lo que escribas, no solo los primeros capítulos o un número determinado de palabras.

Además, no solo soy mentora o escritora, sino que también soy correctora. Y no hay mayor aprendizaje que una correctora profesional señale los errores ortográficos y de estilo que cometes sobre tu propio texto.

Solo el valor de ese feedback ya merece la pena.

Esa también es la razón principal de que haya poquísimas plazas disponibles en cada edición.

No puedo dar el cien por cien de mí si mentorizo a muchas escritoras. Por eso es grupal entre comillas.

El grupo es para que te sientas acompañada de personas que están en la misma situación que tú. Pero no implica que el trabajo o las dudas sean generales, hay reuniones en grupo, pero también individuales, para que nadie se sienta coartado a la hora de exponer sus miedos, dudas o, incluso, situaciones personales difíciles.

Si quieres conocer toda la información del programa, la tienes en el apartado de Servicios y Formación de la web o puedes escribirme un correo si tienes alguna duda concreta.

Pero si ya te sientes preparada y estás dispuesta, puedes reservar tu plaza en este enlace. ¡Te esperamos!

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