Lo que necesitas saber para ser una escritora profesional

Hace tiempo que escribir y todo lo relacionado con ello se ha convertido en una parte fundamental de mi vida. No solo porque sea mi pasión, sino porque lo he convertido en mi modo de vida. Tal vez te sorprenda, pero ser escritora profesional no es solo escribir, hacer un poco de spam las primeras semanas y a por la siguiente novela.

Es mucho más.

Es tener un plan de objetivos a medio y a largo plazo, tener una rutina diaria de escritura, saber gestionar las redes con sentido, construir una audiencia que te conozca, aportar valor a tus lectoras, abrirte lo suficiente para que te conozcan y se interesen por lo que tienes que decir…

No es un camino fácil. Y muy desconocido, en general, para todas aquellas autoras que empiezan sin saber dónde se están metiendo.

Lo positivo es que puedes aprender si le dedicas tiempo e interés y construir una carrera literaria con una base sólida que perdure.

Aprende las normas de ortografía

Puede parecer de Perogrullo, pero soy correctora y he visto errores garrafales en novelas de principiantes (y no tanto). Sobre todo, relativos a puntuación de diálogos y escritura y significado de palabras.

Si escribes mal una palabra, puede ser que se te haya ido el dedo; si la pones mal siempre, es que no sabes cómo se escribe.

Mi consejo: consulta siempre las palabras de las que no estés segura y aquellas en las que puedas confundir «b» y «v», «j» y «g», «s» y «x».

Algunos libros que te pueden ayudar:

Establece un horario de escritura

Sí, tienes que intentar escribir todos los días si quieres hacer de la escritura tu profesión. Habrá días que la vida te comerá por mucho que no quieras, que la enfermedad o las circunstancias rompan tu rutina, pero no pasa nada.

Procrastinar, dejarse llevar por la desgana o el desánimo o distraerse en otras tareas porque no te apetece escribir… es otro cantar y no deberías permitírtelo.

La fuerza de voluntad es esencial. Conozco escritoras que se levantan a las cinco de la mañana para ponerse a escribir un par de horas antes de que la casa despierte. Yo soy incapaz de levantarme antes de las siete y media de la mañana. Lo he intentado, pero, aparte de que me convierto en un zombie con legañas, mis hijos se suelen levantar antes que yo. Da igual la hora a la que ponga el despertador. Ellos se despiertan antes. Siempre.

He descubierto que mi mejor hora es de 9 a 11, cuando tengo la casa recogida, los niños están colocados y ya he desayunado tranquilamente.

Saber cuál es tu horario de mayor productividad te será muy útil para establecer una rutina.

Mi consejo: prueba diferentes horarios, tal vez, pienses que el que tienes ahora te va bien, pero puede que te lleves una sorpresa.

No pierdas de vista tus objetivos

Relacionado con el punto anterior es establecer objetivos. ¿Cuándo quieres publicar? Apunta la fecha de publicación en tu agenda y ve contando hacia atrás. Así sabrás cuándo empezar la promoción por redes, la novela deberá estar maquetada y corregida y la cubierta diseñada.

Piensa que deberás reservar hueco con tu correctora de confianza con meses de antelación.

Teniendo en cuenta todas esas fechas, calcula el mínimo de palabras que necesitas escribir a diario. Así tendrás un cálculo aproximado de cuánto tienes que escribir al día para lograr tu objetivo.

Mi consejo: haz un seguimiento de varias sesiones y cuenta las palabras que has podido escribir para hacer una media. Habrá días más productivos que otros, pero así sabrás más o menos cuánto eres capaz de escribir por sesión y será más fácil estimar el tiempo total que te llevará escribir toda la novela.

Construye tu audiencia

Y hazlo mientras todavía estás escribiendo, no lo dejes para el último momento porque te estrellarás estrepitosamente. Si nadie te conoce ni sabe que has escrito una novela, ¿quién la va a leer?

Esa es la dura realidad. Si no construyes una audiencia poco a poco que se interese por ti y por tu libro, los informes de ventas se quedarán planos y tu ánimo se hundirá en la miseria.

¿Cómo se hace eso? Con un blog, tu propia lista de suscriptores y las redes sociales.

El blog

Tener un blog no es obligatorio, está claro, las redes sociales son suficientes y no te da la vida para mantener uno. Vale.

Ahora piensa que te bloquean la cuenta de Instagram y que no puedes publicar ni comentar. O que te denuncian la cuenta de Facebook y te la cierran.

Todo ese trabajo de años perdido en un abrir y cerrar de ojos. Adiós, lectoras.

Tu blog es tu casa y los suscriptores son tuyos, nadie te los puede quitar (ellos son los que deciden irse). No tienes límite de espacio, puedes expresarte sin miedo a censuras, bloqueos o denuncias y, además, mantienes un contacto más directo y personal con tus lectoras a través de la newsletter.

Es un trabajo con resultados a largo plazo (seis meses mínimo haciendo las cosas bien), pero merece mucho la pena si eres constante y consigues establecer un ritmo de publicaciones cómodo para ti.

Este tema da para largo y tendido y esta entrada se queda bastante corta. Hablaremos de ello más adelante, ¡a ver si consigo convencerte de las bondades de tener un blog!

Las redes sociales

Las horribles cometiempo. Son como una montaña rusa, a veces, las odias y otras te encantan. Y esto pasa por publicar cuando te apetece o cuando te acuerdas.

Eso ni ayuda a que tu audiencia «espere» tus publicaciones ni a que los famosos algoritmos las enseñen a tus seguidores. No tienes que ser rígida y ser tan cuadriculada como yo, pero tener un mínimo esbozo de lo que quieres publicar y con qué frecuencia ayuda muchísimo.

Te recomiendo mucho Metricool. Ya te he hablado de él varias veces. Es un programador fantástico, sobre todo, por la automatización en listas que se publican solas días y horas concretas sin que tú tengas que intervenir.

Yo tengo autolistas para las promos de mis novelas y los posts antiguos del blog tanto para la página de Facebook como para Twitter. Solo tienes que trabajar un día para preparar los montajes con Canva y programarlo todo. Pero luego te olvidas.

Mi consejo: échale un vistazo, trastea con el programa, prepara unas cuantas promos y ponlo a andar, así, de prueba. Estoy convencida de que te vas a enamorar de la herramienta.

Prepara el lanzamiento con antelación

Escribir la novela es solo el primer paso. Ahora tienes que darla a conocer y para eso tienes que ir dejando miguitas a lo largo de los meses, crear contactos con blogueros, despertar interés sobre los personajes, documentación, curiosidades o el proceso de escritura…

Llegar a un grupo, dejar tu enlace y largarte hasta dos días después para repetir el proceso no funciona. Eso no es publicitar tu novela, así solo consigues espantar a las posibles lectoras.

En la plataforma de cursos de MOLPE tienes un curso de Lanzamiento de novela muy útil para saber qué pasos tienes que dar y cuándo darlos. Te aconsejo probar y echarle un vistazo.

Y vuelta a empezar

A por la siguiente novela. Es un círculo que se repite, por eso cuanto más interiorizados tengas todos los procesos, más productiva serás y más competente a la hora de expresarte y de fortalecer tu marca como escritora profesional.

Con este artículo cierro el blog hasta septiembre. Sí, este año me voy quince días antes de lo habitual, aunque seguiré activa en las redes sociales. Necesito dedicar más atención a los proyectos que están por venir y que me ilusionan muchísimo. Espero que a ti también y que me esperes hasta entonces.

Te deseo un muy feliz verano. ¡Nos leemos en septiembre!

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