¿Se ha perdido el romanticismo en la novela romántica?

Romanticismo: cualidad de romántico.
Romántico: sentimental, generoso, soñador.
 
 
Mientras pienso en la redacción de este artículo no deja de venirme a la cabeza aquella conversación entre James Fraser y Claire, cuando ella le habla de su mundo y él le contesta algo así: «debe ser una época muy triste si las mujeres no necesitan a un hombre que cuide de ellas». No puede ser una afirmación más machista.
 
Desde el siglo XVIII han cambiado unas cuantas cosas. La sociedad ha evolucionado y el papel de la mujer en ella también y eso, inevitablemente, se refleja en la literatura, en el cine, y en todos los ámbitos culturales. Muy lejos quedan aquellas novelas de damas en apuros esperando a ser salvadas. Las mujeres no necesitamos que nos salven, necesitamos apoyo y comprensión.
 
 
 
 
No dejo de pensar que alcanzar esa independencia ha venido acompañada de una pérdida de la inocencia, de la ilusión. ¿Cuándo hemos dejado de soñar? Vamos a mil por hora, nos especializamos en la multitarea porque nunca tenemos tiempo para todo. Y eso también se refleja en el romanticismo, en todo lo bonito y dulce de las relaciones.
 
Investigando un nexo de unión entre la liberación sexual de la mujer y la pérdida del romanticismo, he encontrado algunas cosas que me han sorprendido y que han removido mis ideas. Entre ellas destaca una persona, Coral Herrera, que en su artículo Desmontando el amor romántico, echa por tierra, punto por punto, todos los tópicos de las novelas románticas.
 
 
 
 
Hace unos meses hablé de si la novela romántica necesita una renovación. Está claro que en la actualidad, el romance queda en un segundo plano; lo que se lleva ahora es el lenguaje soez, páginas y páginas de sexo sin sentido y personajes inmaduros que solo saben decir nena. Protagonistas masculinos millonarios con deseos sexuales excéntricos o personajes femeninos que se convierten en prostitutas de lujo y encima les encanta; y no hablemos de algunas novelas juveniles y new adult, donde la visión de las relaciones está tan mal enfocada y distorsionada que da miedo. (Os animo a leer esta entrada de Ianire Estébanez, administradora del blog Mi novio me controla, sobre Crepúsculo). ¿Dónde está el romanticismo en esas novelas?
 
Tal y como señala el autor del blog Las mujeres y yo en su artículo ¿Ha muerto el romanticismo?, ser romántico no es comprar un ramo de flores y una caja de bombones, es algo más, es ir cogidos de la mano, compartir una sonrisa, una caricia viendo la televisión… Yo veo muy poco de eso en las novelas románticas de ahora, se puede describir el romance sin caer en la ñoñería ni en lo empalagoso, pero supongo que eso es más difícil que escribir «¿más duro, nena?».

 

 
 
 


6 comentarios en “¿Se ha perdido el romanticismo en la novela romántica?”

  1. ¡Hola! Yo a veces me pregunto lo mismo y el tipo de casos del final de tu entrada (el de "¿más duro, nena?") siempre lo catalogo como novela erótica (más tirando a pornográfica a veces). En mi caso depende mucho de la idea que tenga y de cómo se desarrollo, pero si para mí es novela romántica es porque tiene algo más que romance. Conquista, momentos dulces donde se muestre el cariño que se tienen y demás. No creo que el hecho de que hayamos evolucionado y nos hayamos hecho un hueco en la sociedad tenga que resentir este tipo de novelas. Mucho menos con el ejemplo que pones de los niñatos que llaman "nena" a las chicas (y demás ejemplos válidos del tipo).

    Una buena entrada, Paola.

    Saludos <3

  2. Hola, Rocío! Muchas veces el hecho de que te abran la puerta, te dejen pasar primero, etc., que de toda la vida han sido gestos galantes, de repente se atribuyen a actitudes machistas propias de una mentalidad patriarcal. Yo no sé hasta qué punto eso está en contraposición con que las mujeres seamos independientes y autónomas.
    Y por otro lado, a la vez que hemos ocupado nuestro sitio en la sociedad, los jóvenes están sufriendo una degeneración hacia actitudes humillantes para la mujer como así se manifiestan en libros como After.
    Muchas gracias por pasarte y comentar!
    Un abrazo.

  3. Hola, Paola!
    No sé si la novela romántica necesita renovación, realmente no debería necesitarla, hay unas normas, unos parámetros que le dan forma y a partir de ahí todo lo demás es libre: Conflicto, resolución y final feliz. Con eso ya se puede trabajar de lo lindo. Lo que si es urgente es una evolución, es necesario que se tome conciencia de decir NO a las relaciones mal planteadas o tóxicas, al abuso de clichés, y a meter en el saco de la romántica aquello que no lo es. Porque… no es que el romance quede en segundo plano, no es que no haya novelas bonitas llenas de sentimiento y pasión, es que de repente el cajón de la romántica se ha llenado de otras cosas que… pues eso, no son romántica. Son historias que quizá deberían crearse su propio género.
    Un abrazo.

  4. Qué buena entrada, Paola! Hace poco tuve una discusión conmigo misma sobre esto por algo que me ocurrió con X editorial. No voy a contarte aquí lo sucedido (eso por privado si te interesa jajajaja) pero te diré que, de un modo y otro, lo que buscan es lo que vende, lo que vende ya no es el romanticismo, sino algo más relacionado con el sexo por el sexo. No importa si es un novelón, como no quede patente la intencionalidad de los personajes a darse caña, estás perdida.
    Un beso muy fuerte!!!

  5. Gracias por pasarte y comentar, eMe!! Yo el panorama lo veo cada vez más negro, sinceramente, y no entiendo que se publiquen historias como Calendar Girl y que encima se conviertan en tendencia. No digo que tengamos que retroceder en el tiempo y volver a la mojigatería ni mucho menos, pero hace falta un poco de sentido común.
    Un abrazo!

  6. Hola, Patricia! Pero es que darse caña porque sí no es romántica y no debería venderse como tal. El cambio quizá debería empezar en nosotr@s, en l@s que escribimos romántica, ser fieles a nosotros mismos y a nuestra idea de lo que queremos contar y cómo hacerlo. A mí siempre me han pedido más sexo en mis novelas, en algunas ocasiones me he negado y en otras he visto que sí, que me quedaba demasiado corta y no he tenido problema en añadir. Yo he sido lectora de romántica de toda la vida y lo último que buscaba en esas novelas era sexo, buscaba enamorarme, y eso cada vez se da menos.
    Muchas gracias por comentar!! Un abrazo.

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