La novela romántica está tan trillada que cuesta mucho trabajo escribir tramas originales que engloben los requisitos imprescindibles para que sea romántica: una historia de amor y un final feliz. Partiendo de esas premisas es muy difícil innovar porque sí, está todo escrito, sobre todo, en cuanto a la forma de conocerse de la pareja protagonista: amigos de, trabajan juntos, alguien los presenta, o coinciden todos los días en la misma parada del autobús…
De eso, y aprovechando que Halloween está a la vuelta de la esquina, voy a hablaros esta semana: de tópicos de novela romántica terroríficos en los que tarde o temprano caemos los que nos dedicamos al noble arte de la escritura.
Boda final: el más tópico de los tópicos. Que sea necesario un final feliz o, en todo caso, un final satisfactorio, no significa que tenga que terminar con una boda, ni siquiera con un «te quiero», siempre y cuando el lector tenga la sensación que esa pareja va a prosperar después de la última página.
Embarazo repentino: que dos desconocidos sean compatibles sexualmente no significa que también tengan que serlo para compartir una vida en común. En este tipo de situaciones un embarazo no deseado y repentino suele ser el punto de partida para que los protagonistas se conozcan mejor, se enamoren y coman perdices.
Malentendidos absurdos: cuando él o ella pillan al otro en una situación comprometida y sacan conclusiones erróneas con la consiguiente separación-reconciliación. ¡Con lo fácil que es preguntar! Este es uno de los recursos más utilizados para generar conflictos.
La/el ex de turno que hace la vida imposible a los protagonistas: cuando recién está empezando la relación siempre nos sentimos muy inseguros (en la vida real y en la ficción), por eso siempre es más fácil que esos ex celosos y llenos de odio convenzan a alguno de los protagonistas de que en realidad no le quieren y que solo les están utilizando.
Ausencia de anticonceptivos: aunque cada vez se ven más en la novela romántica, en general, es algo que los escritores pasamos por alto, yo la primera. Interrumpir el momento para incluir ese gesto queda feo, reconozcámoslo, pero es una irresponsabilidad con todas aquellas chicas adolescentes que se inician en la romántica y han recibido una educación sexual deficiente.
Él o ella se alejan porque es lo mejor para el futuro del otro: eso de tomar decisiones por los demás siempre me ha cabreado mucho. A mí me encanta sufrir cuando leo romántica (y hacer sufrir a mis personajes), pero pasarlo mal porque sí…
Chico malo/niña rica: también vale multimillonario aburrido/chica inocente. La diferencia de clases sociales es uno de los recursos más utilizados en romántica para crear conflictos, abre muchas posibilidades para separar a los protagonistas, bien por influencias internas: no soy lo suficientemente bueno; o porque las familias desaprueban la relación, lo que nos lleva al siguiente punto.
Familiares que no aprueban la relación: padres que envían a sus hijas/hijos a otro país, compran al otro protagonista para que desaparezca, hacen que los metan en la cárcel… Las posibilidades son tan infinitas como la maldad humana.
Son todos muy guapos: por mucho que reivindiquemos a protagonistas reales, todavía queda un largo camino por recorrer y conseguir que las/los escritoras/es nos animemos a crear personajes físicamente imperfectos.
Infidelidades con hermana/o o mejor amiga/o: uno de los tópicos más manidos y que por regla general es de conocimiento público menos para los sufridores protagonistas.
Es inevitable caer alguna vez en estos tópicos porque son situaciones que podemos encontrar en la vida real, pero que se repiten tanto en novela romántica que a veces encontrar historias algo más originales o menos predecibles resulta complicado.
¿Cuáles son los tópicos que menos os gustan cuando leéis una novela romántica?
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¡Hola, Paola!
Una de las cosas que tienen los tópicos es que lo son por una razón: gustan o han gustado en algún momento. También va por modas claro. Por ejemplo, sería complicado en histórica que el final feliz no incluyese una boda, antes o después, pues el entorno histórico así lo establece. En contemporánea da un poco de igual. Es por eso que la mayoría de los libros de histórica acaban en boda, en el caso en que no hubiese antes.
El resto que comentas son ciertos, en el caso de los anticonceptivos, cada vez se ven más y se pasan menos a la torera, eso me gusta mucho. Lo del embarazo, en fin, está ya un poco visto, pero es un tema que si se toca de una manera original, puede llegar a gustar. Y así con todos.
En definitiva, muy buen artículo.
Besos,
Altea.
Hola! Me encanta la entrada. Uno de los tópicos que más detesto es el de los anticonceptivos. Me parece una irresponsabilidad normalizar que dos personajes que no se conocen tengan sexo sin protección.
Lo del malentendido está trillado pero por lo general no me molesta, salvo que sea realmente absurdo.
Lo de que sean muy guapos creo que hay que relativizarlo. Cuando alguien te gusta, detalles que al resto le pueden parecer defectos a ti te parecen cualidades, como una nariz grande se convierte en personal. Vemos atractivo en un físico que puede ser incluso bastante normal. Es verdad que la mayoría de protagonistas se acercan más a ese "ideal" que a alguien de andar por casa, pero bueno, mientras la perfección no sea tal que aburra…
En fin, muy buena reflexión. Un saludo!
¡¡Hola, me ha encantado tu reflexión!! Y sí, creo que en toda novela romántica cae más de un “topicazo! de los que aquí aparecen. Ahora bien, también es cierto que, dentro de los clichés de moda, depende mucho de cómo se desarrolle la historia. Es importante utilizar la imaginación, para que esos tópicos queden en un segundo o tercer plano, dejando al lector con ese sabor dulce que tanto deseamos transmitir. Pienso que es ahí donde podemos salir airosas. ¡¡Un saludo!!
Hola, Lucía!! Gracias por comentar. Con lo de guapos no me refiero a que lo sean para el coprotagonista (cuando nos enamoramos de alguien no le vemos defectos de ningún tipo), sino a que a las descripciones parecen sacadas de una revista de modelos.
Un abrazo!!
Toltamente de acuerdo!! 😉