Breve historia de la romántica española. De Concha Linares-Becerra a Elísabet Benavent

Breve historia de la romántica española. De Concha Linares a Elísabet Benavent_Apuntes literarios de Paola C.Álvarez
 

Hasta que Megan Maxwell no puso en alza el valor de las autoras españolas allá por el 2012, tras su enorme éxito internacional con su saga Pídeme, la mayoría de títulos que llegaban a nuestras manos eran traducciones anglosajonas de autoras archiconocidas a nivel mundial.


Muy atrás quedaban aquellos años 20, momento en el que, según la mayoría de las fuentes que he consultado, comenzó a publicarse este tipo de género en España de la mano de la editorial Juventud, que además acuñó el término «novela rosa» con su colección La Novela Rosa. Hasta entonces, y a pesar de que el género ya era bastante popular en otros países, en España se conocía como novela blanca, y su máximo exponente fueron autoras como las hermanas Concha y Luisa María Linares-Becerra, Carmen de Icaza o María Mercedes Ortoll, escritoras prolíficas cuyas obras incluso se llevaron al cine.

María Mercedes Ortoll_Apuntes literarios de novela romántica Paola C. ÁlvarezConcha Linares_Apuntes literarios de novela romántica Paola C. ÁlvarezCarmen de Icaza_Apuntes literarios de novela romántica Paola C. Álvarez

La lista de escritoras y escritores, que también los había por aquel entonces como Rafael Pérez o Juan Aguilar, se vio quizá eclipsada por la novelista más famosa del género durante 40 años: Corín Tellado. No fue la mejor, pero sí la más popular y prolífica con más de 5000 títulos que se vendieron por millones y se tradujeron a multitud de idiomas. Que hoy en día aún se hable de ella y que incluso editoriales como Planeta hayan creado un sello específico para reeditar sus novelas demuestra la importancia de esta mujer en la literatura española.

Corín Tellado_Apuntes literarios de novela romántica Paola C. Álvarez


Con la llegada de la democracia y la apertura de España al mundo, comenzó un auge de literatura anglosajona que capó el mercado romántico español desplazando al ostracismo al producto nacional. Así, durante más de dos décadas las nuevas generaciones crecimos con Victoria Holt, Danielle Steel, Nora Roberts o Amanda Quick, entre otras, y aunque a finales de los 90 empezaron a verse en las librerías novelas de corte sentimental de autoras como Ángeles Caso o Florencia Bonelli, sus historias no podían considerarse como romántica propiamente dicha.

Florencia Bonelli_Apuntes literarios de novela romántica Paola C. ÁlvarezÁngeles Caso_Apuntes literarios de novela romántica Paola C. Álvarez

El año de inflexión, el que supuso un punto y aparte para todas nosotras fue el 2006. La convocatoria del Primer Concurso de Novela Romántica de la editorial Terciopelo, el cual ganó Raquel Barco con Al llegar la noche, supuso la línea de salida para que las editoriales comenzaran a buscar autoras en español.

Esther Sanz, Gabriela Margall, Nieves Hidalgo, Anna Casanovas, Claudia Velasco, Teresa Cameselle… Fueron los nombres que se escucharon entre 2006 y 2008. Después llegaron Mar Carrión, Rebeca Rus, Olivia Ardey, Megan Maxwell, Amber Lake, Noelia Amarillo, Lena Valenti, Ángeles Ibirika, Isabel Keats y tantas y tantas otras que se han convertido en «la voz de la experiencia» y que abrieron las puertas para todas las demás.

El éxito de escritoras como Elísabet Benavent, María Martínez o Lola P. Nieva es un claro reflejo del buen momento que está viviendo la romántica en español. En nuestra mano está el mantenerlo así.

 

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